La Diabetes es una enfermedad seria. Sin tratamiento apropiado puede causar daño al corazón, riñones, ojos y pies. Si no se controla, puede producir graves complicaciones a largo plazo. Las más importantes son:
- Retinopatía diabética. Esta complicación crónica está estrechamente relacionada con el daño que la hiperglucemia es capaz de hacer especialmente en los capilares de la retina. La permeabilidad de la pared de los capilares aumenta, que hace q se produzcan perdidas de lípidos y pequeñas hemorragias. En este mismo momento comienzan a perderse las células endoteliales, debilitándose la pared capilar y dando origen a microaneurismas. A partir de este momento hay isquemia en extensas áreas de la retina, produciéndose microinfartos. Como respuesta a la isquemia, la retina secreta un ‘factor angiogénico’, que estimula la génesis de capilares de neoformación. Estos nuevos capilares son frágiles, y se rompen con gran facilidad, dando origen a hemorragias mayores en la retina primero, y en el cuerpo vítreo después. Es la hemorragia vítrea la responsable final de la ceguera en la mayoría de los diabéticos.
- Nefropatía diabética. Causa el 44% de todas las insuficiencias renales terminales. En los primeros años de la diabetes, la hiperglicemia produce cambios funcionales, como son, la vasodilatación de las arteriolas aferente y eferente, con aumento del flujo plasmático renal. Ya después de 5 años de diabetes, la hiperglicemia se ha traducido en cambios moleculares y estructurales. El engrosamiento de la pared de las arteriolas aferente y eferente (glicosilación) normaliza eventualmente el flujo plasmático renal, y la membrana basal glomerular se engruesa y aumenta su permeabilidad, apareciendo microalbuminuria primero (30-200 mg/24 horas), y macroalbuminuria después (>200 mg/24 horas). En esta etapa el paciente tiene macroalbuminuria, con hipertensión arterial en casi todos los casos. En esta situación sobreviene una progresiva disminución del flujo plasmático renal y de la filtración glomerular, que llevan al paciente a la insuficiencia renal terminal.
- Neuropatía diabética. Esta complicación de la hiperglicemia está relacionada con la activación de la Aldosa Reductasa, que conlleva una serie de procesos químicos que producena una disminución en la velocidad de conducción nerviosa. Cabe recalcar que la susceptibilidad de las fibras nerviosas al daño por la diabetes no es la misma para cada tipo de fibra. En general, las fibras mielinizadas gruesas (motoras, sensibilidad táctil y vibratoria) son más resistentes a la hiperglicemia y más susceptibles al daño por la isquemia. Por otro lado, las fibras mielinizadas delgadas, y las fibras no mielinizadas (sensaciones de dolor y calor), son más sensibles al daño por hiperglicemia y más resistentes a la isquemia. Es por esta razón que los diabéticos pueden perder la sensibilidad al dolor y al calor en los pies, años antes de tener pérdida de sensibilidadvibratoria o táctil. El daño que produce la hiperglicemia en los nervios periféricos no sólo ocurre precozmente en la Diabetes, sino que es extraordinariamente frecuente.
- Problemas del Pie Diabético. La neuropatía y las enfermedades de los vasos sanguíneos aumentan el riesgo de las úlceras en los pies. Los nervios de los pies son los más largos del cuerpo, y son los afectados con frecuencia por la neuropatía. Cuando un paciente con diabetes pierde la sensación en los pies, las llagas o heridas pueden pasar desapercibidas hasta que se forman úlceras.
- Cardiopatías. La cardiopatía y la enfermedad vascular frecuentemente van de la mano con la diabetes. Las enfermedades cardiovasculares serias pueden comenzar antes de los 30 años de edad en las personas con diabetes. Las personas con diabetes frecuentemente experimentan cambios en los vasos sanguíneos, que les llevan a la enfermedad cardiovascular. En las personas con diabetes, el revestimiento de los vasos sanguíneos puede engrosarse, haciendo que el flujo de la sangre a través de los vasos sea dificultoso. Cuando el flujo de la sangre es deteriorado, menos nutrientes se llevan a los órganos, dando como resultado la cardiopatía o la embolia cerebral.
- Hipertensión. Es dos veces más probable que la presión alta ocurra en una persona con diabetes que en una sin ella. Si se deja sin tratamiento, la presión alta de la sangre puede llevar al aumento en el riesgo de las cardiopatías y de la embolia cerebral. Es más, una persona con diabetes y presión alta de la sangre tiene una probabilidad cuatro veces más alta de tener una cardiopatía que alguien que no tiene ninguna de las otras dos condiciones. Aproximadamente el 73 por ciento de los adultos con diabetes tienen presión sanguínea mayor o igual a 130/80 mm Hg o toman medicamentos antihipertensivos de venta con receta.
- Enfermedad peridontal. Las enfermedades periodontales, son infecciones en las encías y en el hueso que sostiene los dientes en su lugar. Debido a los cambios que ocurren en los vasos sanguíneos con la diabetes, los vasos sanguíneos engrosados pueden impedir la eficiencia del flujo de los nutrientes y de la remoción de los desechos de los tejidos. Este impedimento en la circulación puede debilitar las encías y los huesos, haciéndolos más susceptibles a la infección. Además, si la diabetes no se controla bien, los altos niveles de glucosa en los fluidos de la boca animarán el crecimiento de la bacteria que puede causar la enfermedad de la encía. Junto con la carencia de higiene oral, la diabetes puede causar gingivitis, el primer estado de la enfermedad periodontal, o periodontitis, la enfermedad severa de la encía.
- Disfunción eréctil. Es una enfermedad muy prevalente e infradiagnosticada.las enfermeras son profesionales que por su accesibilidad y conocimiento de los usuarios pueden jugar un papel muy importante en el diagnóstico de este problema. Para hacernos una idea de la importancia del problema, determinados estudios revelan que la prevalencia de la disfunción eréctil en personas con diabetes, es del 55% en personas entre los 60-70 años, y en los mayores de 70 pasa a ser del 95 %, en los grupos de edad más jóvenes entre 30-34 años es del 15%. Existen cuestionarios diseñados para ayudarnos a identificar a personas que tengan una disfunción eréctil como es el índice de salud sexual.
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Hace 15 años
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